Que sea capaz de escuchar
los comentarios sin poner caras ridículas.
Me
gusta celebrar, pero detesto esos momentos en que se canta la canción del feliz
cumpleaños ¿qué hace una en ese momento? Mirarlos a todos, quedarse pegada
mirando las velitas, tontear. Eso hago. Me pongo a cantar con voz operática en
mi propio cumpleaños, así nos reímos todos. Es más difícil soportar la lectura
de comentarios de lo que escribo, son más largas que un cumpleaños feliz y no
hay forma de ponerse a tontear en esos momentos. Muchas cosas se pasean por mi
mente para evitar concentrarme. La única vez anterior no escuché nada de lo que
decían, atiné a agradecer y luego pedirles copia de sus escritos para leerlos
con calma.
Tú
tranquila, estoy acá
Que
la confirmación el exhibicionismo y el narcisismo implícito sea soportable
Eso
ha sido lo más difícil de tolerar, esos motes de intelectual que se supone
implica la afición por escribir, supieran lo ignorante que soy, que leo algo y
se me olvida dónde y quién lo escribió. Que hasta leo textos míos y no me
parecen propios, no solo por el síndrome de impostora, sino porque muchos no
vuelvo a leerlos en mucho tiempo. Los reconozco por las emociones, no tanto por
el contenido. Asumo que escribir y exponer textos es la sombra de la
personalidad melancólica funcional, más o menos. El lado b.
Tú
tranquila, estoy acá
Que
no se aburran los asistentes
Ya
sé, no depende de mí, no en exclusiva, pero igual lo siento como una presión.
Sí, es irracional, por eso esto se llama oración, El acto de rezar, pedir, a la
entidad que una dote de poder como para cumplir deseos banales es irracional,
por eso este texto, porque me dan ataques de irracionalidad en el estrés.
Tú
tranquila, estoy acá
Que
me acuerde de esta sensación y nunca más lance un libro, aunque me haya
propuesto tres.
Ay,
si no fuera porque las palabras pesan, se esculpen en alguna parte y me generan
deudas, esta sería la oración más fácil de cumplir, pero ¡pucha! ¿Por qué dije
tres? Encima dije que el tercero sería algo liviano, divertido como cuando me
dio por escribir de cocina y las tareas domésticas. Reniego de esas palabras,
las borro, nunca dije eso, me sacaron de contexto. No era yo en ese momento,
debo haber estado con trago. Ya sé, vale igual, pero es un atenuante de la
culpa. No fui yo, fue la desinhibición de la corteza cerebral frontal.
Tú
tranquila, estoy acá
Stephan
Moccio, Kaleidoscope
https://nopoderdecir.blogspot.com/search?q=oraci%C3%B3n
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