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domingo, 8 de enero de 2023

La Chinita Reclamona

 


En un jardín pequeño, pero bien cuidado vivían una serie de habitantes pequeñitos, chanchitos de tierra, lombrices, las antipáticas tijeretas y para incomodar a todos, una chinita reclamona e inconformista. De visita llegaban mariposas de distintos colores y rara vez, algunas extravagantes libélulas y palotes. La libélula era fascinante no solo por su transparencia y tamaño, sino porque se habían convertido en símbolo de buena suerte, sería porque se veían rara vez por los jardines de la ciudad.

      Mi prima me dijo que en el campo hay muchas, son las de aquí las que se creen la muerte.

      Ay, Chinita, siempre desconfiando, debe ser porque son esas alas transparentes pueden recorrer grandes distancias sin inmutarse, se ven elegantes y además hacen un ruidito divertido.

      Bah, los tábanos también, pero a nadie le hacen gracia pues Chanchito.

      ¡Ah! Es que son tan cargantes y peludos esos bichos, ¿has escuchado lo que decía la Niña?

      Ja ja ja ja ja ja Sí, que llegó a rodar por el suelo por andar espantando a unos que la perseguían, pensaba que iban a venir millones y se la iban a comer. Las tonterías que se imagina esa cachorra.

      No es cachorra, es una niña, una humana pequeña.

      ¡Cachorra pues!

      ¡Aaaagh! ¿por qué andas tan antipática hoy Chinita? Cada vez que un humano te ve se acerca para ver qué haces y a dónde vas.

      Es que soy muy pequeña y me dan ganas de volar y conocer otros lugares, como las mariposas o los colibrís. ¿Has visto esos pajaritos graciosos que vienen a libar donde el señor abutilón? Siempre cuentan historias de otras partes, de flores distintas.

      ¿No nos quieres, no nos encuentras lindas? Todos admiran nuestra belleza y aroma. ¡Me ofende tu comentario Chinita!

      Oiga que es sentida usted doña Rosa Rosales, también la encuentro linda y carne de perro, además, usted resiste bien el calor, el frío, la falta de riego, es una súper heroína de cualquier jardín.

      No le pongas color tampoco Chinita, bastaba con pedir disculpas.

      Es que no tengo por qué disculparme con nadie. Quiero conocer jardines donde haya tulipanes, claveles, dalias, liliums y muchas flores más.

      ¿Aunque ya conozcas a la más bella?

      Oiga Doña Rosa presumida, hay belleza en muchas partes, en las manzanillas, los dientes de león con sus semillas volátiles, los diamelos y sus flores de dos colores, en el caparazón de Don Chanchito

      ¿En serio Chinita? ¿es verdad que encuentra lindo mi traje?

      Oiga, yo quisiera tener un traje tan útil, tan fino y bien diseñado, imagínese, a usted le da susto, se vuelve bolita y rueda para que no lo alcancen ¡genial!

      Chinita, su traje es uno de los más lindos que hay, negro con puntos rojos, muy top.

      Gracias Rosita besitos, es un gran halago viniendo de usted que es tan linda.

      ¿Qué es eso de que se quiere ir Chinita? Qué injusto me parece su reclamo, ¿está aburrida de nosotros acaso? Yo solo florezco una vez al año y con suerte; no puedo moverme, pero estoy feliz con mi color y mi ubicación en el jardín.

      No sé si es injusto o no, pero dio en el clavo Don Agapanto, el punto es estar contenta con la vida que le toco ¿no es así? Usted es feliz con su flor de muchas flores, el color, el tallo que le da garbo y perspectiva para ver a sus colegas flores ¿o no?

      Qué complicada se pone usted Chinita Reclamona ¿qué pasaría si encuentra otros jardines y no es feliz allá?

      Muy buena pregunta Doña Cala, lo he pensado mucho. A veces la felicidad está en la idea de alcanzarla ¿no le parece?

      Explíquese por favor. Tenemos tiempo. Tiempo es lo que más tenemos en el jardín.

      Jajajajajaja ¡claro! Mire, a veces la felicidad, definida como conformarse con una situación, es un estado de sabiduría, porque es la aceptación de la propia inmovilidad y estar agradecida por haber florecido, echar raíces y seguir existiendo. Ser feliz con lo que te tocó ser, pero fíjese usted, algunos necesitan moverse para vivir, como los picaflores, las mariposas y ni hablar de las aves migratorias. Es posible que alguna de ellas quiera quedarse cuando está cansada o les gusta un lugar, pero no puede.

      ¿Quiere decir que la felicidad es un estado definido por cada uno?

      ¡Te noto lento Caracol!

      La lentitud es mi naturaleza Grillo mal educado.

      Creo que sí Don Lirio hay colegas mías muy felices con ayudar a librar a las flores del jardín de pulgones y otras plagas, pero no sé qué me pasa a mí que no me conformo con un solo lugar, quiero conocer más. A veces he tratado de volar con mis alas chiquititas y transparentes para ver si el viento me lleva lejos, pero no me ha resultado.

      Yo puedo ayudarla Chinita Reclamona.

Todos los habitantes del jardín quedaron impactados con el ofrecimiento de la Señorita Libélula, sobre todo por lo antipática que había sido la Chinita con ella. Casi se escuchó un largo ooooooh de sorpresa de los mismísimos catreus, por lo general pinchudos e inconmovibles.

      ¿Me está molestando Doña Libélula de la buena fortuna?

      Súbase por mi ala hasta arriba, ponga firmes sus patitas y yo la llevo donde quiera ir y mi vuelo alcance.

Así lo hizo la Chinita Reclamona, se subió, se despidió de todos y les prometió que les enviaría noticias de jardines lejanos con las mariposas y los picaflores. Las flores se giraron para verlas volar y los insectos comenzaron a extrañarla enseguida, sobre todo Chanchito que también con la pena, no solo con el susto, se hacía bolita.



La cortaron verde

  Luego del portazo producido por el viento de ese verano, se quedó a cargo del cuidado de la chacra. Era pequeña, pero para quien solo sabí...