129, pero con trampa. Todavía no
saco los cuentos aburridos o textos sin sentido y fundí las entradas de Japón.
Saqué solo los más vergonzosos, aunque contradiga lo que escribí en [1]Oración ¿Para qué? o ¿por qué?
[i]domanda inutile,
dice una vieja canción italiana.
Perdí el toque, escuché decir a
alguien a propósito de otra cosa. Ya volverá, ya lo encontraré y si no, no es
para tanto. Lo raro es que el blog está teniendo más lecturas, me da curiosidad
y un poco de vergüenza por los malos escritos. Tengo historias dando vueltas
por ahí, pero sin mucha alma si se puede usar esa expresión exagerada y hasta
cursi.
129 que debieran ser 30. A lo más.
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